viernes, 2 de marzo de 2018

EL DINERO EN EL FUTURO


EN EL FUTURO, ¿EXISTIRÁ EL DINERO FÍSICO?

Se utilizarán los móviles como medio de pago:

El dinero físico está desapareciendo ya  en muchos lugares, siendo sustituido por el uso de tarjetas y, sobre todo, por el pago a través de aplicaciones instaladas en nuestros móviles. 

El país pionero ha sido Suecia. El uso del papel moneda se ha reducido considerablemente. Apenas el 15 % de los intercambios económicos se hacen con dinero físico,  e incluso las Iglesias cuentan con terminales que permiten hacer donaciones con el teléfono o la tarjeta bancaria.

En Dinamarca han permitiendo que las entidades bancarias cobren una fuerte comisión a los usuarios que realicen ingresos en efectivo, para así ir obligando a la población a adoptar otros hábitos.

Las aplicaciones móviles que sustituyen a las tarjetas de crédito y al dinero están ganando fuerza, y son apoyadas por los gobiernos.

El primer resultado es la competición entre las empresas  por convertirse en algo grande en el nuevo mercado de las aplicaciones que sirven como herramientas de pago.
Muchos bancos ya han lanzado sus propias aplicaciones y junto a ellos compiten las compañías telefónicas e incluso los propios fabricantes de móviles.
Resultado de imagen de el dinero en el futuro

VENTAJAS Y INCONVENIENTES
Ventajas: 
La principal ventaja que encuentran los gobiernos es el control absoluto sobre los movimientos bancarios, que impide el fraude.
Al no existir transacciones económicas sin constancia electrónica el fraude es prácticamente imposible, porque en todo momento la Hacienda sabe dónde está y cómo se mueven las finanzas. Nadie podrá tener billetes escondidos en casa u operar con “dinero negro”.
Estas medidas suponen un duro golpe en contra del crimen organizado, que obtiene la mayor parte de sus ganancias gracias a la “oscuridad” en la que puede moverse el efectivo
Otra ventaja muy importante sería que desaparecería gasto que supone la fabricación del papel y las monedas que ahora utilizamos

Inconvenientes: 
Los primeros perjudicados serán los más pobres, porque no todo el mundo se puede permitir tener un teléfono móvil, y mucho menos uno que esté adaptado a la tecnología que finalmente se imponga. 
Otro inconveniente que se tendría que tener en cuenta es la debilidad que supone una economía absolutamente digitalizada ante la guerra digital. 
Si el dinero se vería afectado por la inflación y no podríamos "guardar" nuestro dinero físico: los gobiernos nos forzarían al haber gastos negativos a gastar lo que tenemos para no ver cómo mengua progresivamente 
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